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Kit de prueba de coronavirus canino Ag/parvovirus canino Ag/giardia Ag de Lifecosm

Código de producto: RC-CF09

Nombre del artículo: Kit de prueba combinada rápida CPV Ag + CCV Ag + Giardia Ag

Número de catálogo: RC-CF09

Resumen: Detecta antígenos CCV, antígenos CPV y Giardia Lamblia en 15 minutos.

Principio: Ensayo inmunocromatográfico de un solo paso

Objetivos de detección: sangre completa, suero o plasma canino

Muestra: Heces caninas

Tiempo de lectura: 10~15 minutos

Almacenamiento: Temperatura ambiente (entre 2 y 30 °C)

Caducidad: 24 meses después de su fabricación.


Detalle del producto

Etiquetas de productos

Kit de prueba de CCV/CPV/GIA Ag Kit de prueba de coronavirus canino Ag/parvovirus canino Ag/giardia Ag

Número de catálogo RC-CF09
Resumen Detección de antígenos específicos de CCV, CPV y GIA en 10 minutos
Principio Ensayo inmunocromatográfico de un solo paso
Objetivos de detección Antígenos CCV, antígenos CPV y Giardia Lamblia
Muestra Heces caninas
Tiempo de lectura 10 minutos
 
Cantidad 1 caja (kit) = 10 dispositivos (embalaje individual)
Contenido Kit de prueba, frasco de tampón, goteros desechables e hisopos de algodón
Almacenamiento Temperatura ambiente (entre 2 y 30 °C)
Vencimiento 24 meses después de la fabricación
  

Precaución

Utilizar dentro de los 10 minutos siguientes a su apertura.Utilice la cantidad adecuada de muestra (0,1 ml de un gotero)

Úselo después de 15 a 30 minutos a temperatura ambiente si se almacena en condiciones de frío.

Considere los resultados de la prueba como inválidos después de 10 minutos

Información

◆ CCV

El coronavirus canino (CCV) es un virus que afecta el tracto intestinal de los perros. Provoca una gastroenteritis similar al parvovirus. El CCV es la segunda causa viral principal de diarrea en cachorros, siendo el parvovirus canino (CPV) la principal. A diferencia del CPV, las infecciones por CCV no suelen estar asociadas a altas tasas de mortalidad. El CCV es un virus altamente contagioso que afecta no solo a cachorros, sino también a perros mayores. El CCV no es nuevo en la población canina; se sabe de su existencia desde hace décadas. La mayoría de los perros domésticos, especialmente los adultos, tienen títulos medibles de anticuerpos contra el CCV, lo que indica que estuvieron expuestos al CCV en algún momento de su vida. Se estima que al menos el 50% de todas las diarreas virales están infectadas tanto con CPV como con CCV. Se estima que más del 90% de todos los perros han estado expuestos al CCV en algún momento u otro. Los perros que se han recuperado del CCV desarrollan cierta inmunidad, pero se desconoce la duración de la misma.

El CCV es un virus de ARN monocatenario con una capa protectora grasa. Debido a que el virus está recubierto por una membrana grasa, se inactiva con relativa facilidad con detergentes y desinfectantes de tipo solvente. Se propaga por la excreción del virus en las heces de perros infectados. La vía de infección más común es el contacto con materia fecal que contiene el virus. Los síntomas comienzan a manifestarse entre uno y cinco días después de la exposición. El perro se convierte en portador durante varias semanas después de la recuperación. El virus puede vivir en el ambiente durante varios meses. Una solución de Clorox mezclada con 113 ml (4 onzas) en un galón (4 galones) de agua destruirá el virus.

◆ CPV

En 1978 se descubrió un virus que infectaba a perros de cualquier edad y dañaba el sistema entérico, los glóbulos blancos y el músculo cardíaco. Posteriormente, el virus se definió como parvovirus canino. Desde entonces, los brotes de la enfermedad han ido en aumento a nivel mundial.

La enfermedad se transmite por contacto directo entre perros, especialmente en lugares como escuelas de adiestramiento canino, refugios de animales, parques infantiles, etc. Aunque el parvovirus canino no infecta a otros animales ni a los seres humanos, los perros pueden infectarse. El medio de infección suele ser las heces y la orina de los perros infectados.

Información

◆ GIA

La giardiasis es una infección intestinal causada por un protozoo parásito (organismo unicelular) llamado Giardia lamblia. Tanto los quistes como los trofozoítos de Giardia lamblia se pueden encontrar en las heces. La infección se produce por la ingestión de quistes de Giardia lamblia en agua o alimentos contaminados, o por vía fecal-oral (manos o fómites). Estos protozoos se encuentran en el intestino de muchos animales, incluyendo perros y humanos. Este parásito microscópico se adhiere a la superficie del intestino o flota libremente en la mucosa que lo recubre.

Síntomas

◆ CCV

El síntoma principal asociado con el CCV es la diarrea. Como con la mayoría de las enfermedades infecciosas, los cachorros jóvenes son más afectados que los adultos. A diferencia del CPV, los vómitos no son comunes. La diarrea tiende a ser menos profusa que la asociada con las infecciones por CPV. Los signos clínicos del CCV varían de leves e indetectables a graves y mortales. Los signos más comunes incluyen: depresión, fiebre, pérdida de apetito, vómitos y diarrea. La diarrea puede ser acuosa, de color naranja amarillento, sanguinolenta, mucoide y generalmente tiene un olor desagradable. A veces se producen muerte súbita y abortos. La duración de la enfermedad puede ser de 2 a 10 días. Aunque el CCV generalmente se considera una causa más leve de diarrea que el CPV, no hay absolutamente ninguna manera de diferenciarlos sin pruebas de laboratorio.

Tanto el CPV como el CCV causan diarrea de apariencia similar y olor idéntico. La diarrea asociada al CCV suele durar varios días con baja mortalidad. Para complicar el diagnóstico, muchos cachorros con un trastorno intestinal grave (enteritis) se ven afectados simultáneamente por ambos virus. La tasa de mortalidad en cachorros infectados simultáneamente puede alcanzar el 90 %.

◆ CPV

Los primeros síntomas de la infección incluyen depresión, pérdida de apetito, vómitos, diarrea intensa y fiebre rectal. Los síntomas aparecen entre 5 y 7 días después de la infección.

Las heces de los perros infectados se vuelven de color claro o gris amarillento. En algunos casos, pueden presentarse heces líquidas con sangre. Los vómitos y la diarrea causan deshidratación. Sin tratamiento, los perros que las padecen pueden morir de un ataque. Los perros infectados suelen morir entre 48 y 72 horas después de presentar los síntomas. O bien, pueden recuperarse de la enfermedad sin complicaciones.

Síntomas

◆ GIA

Los trofozoítos se dividen para producir una gran población y luego comienzan a interferir con la absorción de alimentos. Los signos clínicos varían desde la ausencia de signos en portadores asintomáticos, pasando por diarrea leve recurrente consistente en heces blandas y de color claro, hasta diarrea aguda explosiva en casos graves. Otros signos asociados con la giardiasis son pérdida de peso, apatía, fatiga, mucosidad en las heces y anorexia. Estos signos también se asocian con otras enfermedades del tracto intestinal y no son específicos de la giardiasis. Estos signos, junto con el inicio de la eliminación de quistes, comienzan aproximadamente una semana después de la infección. Puede haber signos adicionales de irritación del intestino grueso, como esfuerzo e incluso pequeñas cantidades de sangre en las heces. Por lo general, el hemograma de los animales afectados es normal, aunque ocasionalmente se observa un ligero aumento en el número de glóbulos blancos y anemia leve. Sin tratamiento, la afección puede persistir, ya sea crónica o intermitentemente, durante semanas o meses.

Tratamiento

◆ CCV

No existe un tratamiento específico para el CCV. Es fundamental evitar que el paciente, especialmente los cachorros, se deshidrate. Se debe forzar la ingesta de agua o administrar líquidos especialmente preparados por vía subcutánea o intravenosa para prevenir la deshidratación. Existen vacunas disponibles para proteger a cachorros y adultos de todas las edades contra el CCV. En zonas donde el CCV es prevalente, los perros y cachorros deben mantenerse al día con sus vacunas contra el CCV a partir de las seis semanas de edad aproximadamente. La desinfección con desinfectantes comerciales es muy eficaz y debe practicarse en entornos de cría, aseo, alojamiento en perreras y hospitales.

◆ CPV

Hasta el momento, no existen medicamentos específicos para eliminar todos los virus en los perros infectados. Por lo tanto, el tratamiento temprano es fundamental para curar a los perros infectados. Minimizar la pérdida de electrolitos y agua ayuda a prevenir la deshidratación. Se deben controlar los vómitos y la diarrea, y se deben inyectar antibióticos a los perros enfermos para evitar una segunda infección. Aún más importante, se debe prestar especial atención a los perros enfermos.

◆ GIA

Los perros tienen una alta tasa de infección, ya que se sabe que el 30% de la población menor de un año se infecta en perreras. Los perros infectados pueden aislarse y tratarse, o bien, se puede tratar a toda la manada de la perrera en conjunto. Existen varias opciones de tratamiento, algunas con protocolos de dos o tres días y otras que requieren de siete a diez días para completar el tratamiento. El metronidazol es un tratamiento de referencia para las infestaciones bacterianas que causan diarrea y tiene una eficacia de entre el 60 y el 70% en la curación de la giardiasis. Sin embargo, el metronidazol tiene efectos secundarios potencialmente graves en algunos animales, como vómitos, anorexia, toxicidad hepática y algunos signos neurológicos, y no puede utilizarse en perras gestantes. En un estudio reciente, el fenbendazol, aprobado para el tratamiento de perros con ascárides, anquilostomas y tricocéfalos, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la giardiasis canina. Panacur es seguro para cachorros de al menos seis semanas de edad.

Prevención

◆ CCV

Evitar el contacto entre perros o con objetos contaminados con el virus previene la infección. El hacinamiento, las instalaciones sucias, la agrupación de grandes cantidades de perros y cualquier tipo de estrés aumentan la probabilidad de brotes de esta enfermedad. Los coronavirus entéricos son moderadamente estables al calor, ácidos y desinfectantes, pero no tanto como el parvovirus.

◆ CPV

Independientemente de la edad, todos los perros deben vacunarse contra el CPV. La vacunación continua es necesaria cuando se desconoce la inmunidad de los perros.

La limpieza y esterilización de la perrera y sus alrededores son fundamentales para prevenir la propagación de virus. Asegúrese de que sus perros no entren en contacto con las heces de otros perros. Para evitar la contaminación, es fundamental gestionar adecuadamente las heces. Esta labor debe realizarse con la participación de todas las personas para mantener el vecindario limpio. Además, la consulta con expertos, como veterinarios, es esencial para la prevención de enfermedades.

◆ GIA

En perreras grandes, es preferible el tratamiento colectivo de todos los perros, y tanto las perreras como las áreas de ejercicio deben desinfectarse a fondo. Los corrales de las perreras deben limpiarse con vapor y dejarse secar durante varios días antes de reintroducir a los perros. El Lysol, el amoníaco y la lejía son agentes descontaminantes eficaces. Dado que la Giardia es contagiosa y puede infectar a las personas, la higiene es fundamental al cuidar perros. Tanto los trabajadores de las perreras como los dueños de las mascotas deben lavarse las manos después de limpiar los corrales o retirar las heces de los patios, y los bebés y niños pequeños deben mantenerse alejados de los perros con diarrea. Al viajar con Fido, los dueños deben evitar que beba agua potencialmente infectada de arroyos, estanques o pantanos y, de ser posible, evitar las áreas públicas contaminadas con heces.


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